El pensamiento computacional se ha convertido en una competencia clave en la educación moderna. Es decir, si lo pensamos con detenimiento, tiene mucho sentido. En un mundo cada vez más digitalizado, es fundamental enseñar a los estudiantes a pensar de forma lógica. La capacidad de resolver problemas sistemáticamente es tan importante hoy como aprender a leer o a calcular. Pero, ¿qué es exactamente el pensamiento computacional y cómo podemos desarrollarlo en el aula?
Bien, en esta entrada veremos juntos qué es el pensamiento computacional y cuál es su importancia en el aula. También veremos varios ejemplos prácticos de cómo aplicarlo tanto en Primaria como en Secundaria. Por último, recomendaremos algunas herramientas digitales educativas útiles para llevarlo al aula.
¿Qué es el pensamiento computacional?
El pensamiento computacional es la habilidad de resolver problemas de forma lógica y sistemática, aplicando conceptos de la informática. Implica descomponer un problema en partes más pequeñas, reconocer patrones, abstraer la información relevante y diseñar un algoritmo (una serie de pasos ordenados) para llegar a una solución.
Por ejemplo, seguir una receta de cocina es una actividad cotidiana que requiere pensamiento lógico. Lo mismo ocurre al planificar una ruta para ir al colegio. Ambas tareas implican seguir una serie de pasos ordenados, de forma muy similar a ejecutar un algoritmo.
En el contexto educativo, fomentar esta mentalidad ayuda a los alumnos a desarrollar habilidades. El pensamiento crítico, la creatividad y la autonomía se ven reforzados cuando el alumnado aplica estos procesos en distintos retos.
¿Cómo desarrollar el pensamiento computacional en el aula?
Desarrollar el pensamiento computacional en el aula es posible incluso si no eres especialista en informática. Se trata de integrar actividades que promuevan la resolución de problemas de forma lógica. Esto puede lograrse a través de la programación o mediante ejercicios «desenchufados» (sin ordenador). Una estrategia eficaz es plantear a los alumnos retos graduales. Estos desafíos deben obligarles a descomponer problemas, analizar la información y proponer soluciones paso a paso.
En España, la nueva normativa educativa (LOMLOE) incluye el pensamiento computacional en el currículum desde Primaria, fomentando la programación por bloques y la robótica educativa en el aula. Por ejemplo, un docente puede empezar con juegos de secuencias lógicas o puzzles sencillos, e ir incorporando herramientas de programación visual adaptadas a la edad de sus alumnos. Dicho esto, es importante crear un entorno donde equivocarse y volver a intentarlo forme parte del aprendizaje, ya que el pensamiento computacional se refuerza con la práctica y la experimentación.
Además de la programación, el pensamiento computacional puede integrarse en otras asignaturas mediante actividades lógicas. En matemáticas y ciencias se aplican estas habilidades al resolver problemas o modelar procesos. Por otro lado, en Lengua, pedir a los alumnos que escriban instrucciones claras (como una receta) refuerza la secuenciación lógica. Con todo, la clave está en plantear las tareas de cualquier materia como desafíos que se resuelven paso a paso.
Ejemplos de pensamiento computacional para aplicar en Primaria
En Educación Primaria, el pensamiento computacional se puede trabajar de forma lúdica. Las actividades deben adaptarse al nivel de comprensión de los niños. Algunos ejemplos prácticos son:
- Juegos de instrucciones «desenchufados». El docente puede proponer un juego donde un alumno hace de «robot». Otro compañero le da instrucciones claras (por ejemplo: izquierda, derecha, avanzar, retroceder) para guiarlo hasta un objeto del aula. Esta actividad divertida introduce conceptos de secuenciación de instrucciones sin usar ningún dispositivo.
- Programación visual con Scratch. Desde tercero de Primaria, los alumnos pueden iniciarse en la programación visual con herramientas como Scratch. Al crear animaciones o juegos mediante bloques de código, practican la lógica secuencial y el pensamiento algorítmico.
Aplicación del pensamiento computacional en Secundaria
Por otro lado, en Educación Secundaria los estudiantes tienen mayor capacidad de abstracción y pueden enfrentar proyectos más complejos relacionados con el pensamiento computacional. Algunos ejemplos y enfoques para Secundaria son:
- Proyectos de programación más avanzados. Alumnos de Secundaria pueden abordar proyectos de programación más ambiciosos. Pueden desarrollar un videojuego simple, una aplicación móvil o empezar a usar lenguajes de programación basados en texto (como Python). Estas actividades integran conocimientos de otras asignaturas con la lógica de la programación.
- Robótica educativa. Es frecuente introducir proyectos de robótica y electrónica. Kits como LEGO Mindstorms o Arduino permiten construir y programar robots que realizan tareas específicas. Estos proyectos integran la resolución de problemas de forma práctica, combinando mecánica, electrónica y programación.
¿Qué herramientas digitales ayudan a fomentar el pensamiento computacional?
Hoy en día existen numerosas herramientas digitales educativas que facilitan trabajar el pensamiento computacional en clase.
En Academikast hemos mencionado algunas de las más útiles en el aula, como por ejemplo:
- Scratch. Entorno de programación por bloques (creado por el MIT) ideal para iniciar a los niños en la lógica de la programación. Permite crear juegos y animaciones de forma sencilla.
- Code.org. Plataforma en línea gratuita con cursos y actividades interactivas para aprender fundamentos de programación. Utiliza puzzles y retos graduados que desarrollan el pensamiento lógico del alumnado.
- Swift Playgrounds. Aplicación de Apple para iPad que enseña a programar en Swift mediante juegos interactivos. Los alumnos aprenden conceptos de programación de forma amena y autodirigida.
- LEGO Mindstorms. Kit de robótica educativa que combina piezas LEGO con componentes programables (motores, sensores). Permite a los alumnos construir y programar sus propios robots de forma práctica. Si algo falla, deben depurar el código o rediseñar la solución, reforzando así su capacidad de resolver problemas.
Conclusión
Con todo, hemos visto qué es el pensamiento computacional, cómo desarrollarlo y algunos ejemplos prácticos para implementarlo en el aula. Integrar el pensamiento computacional en las clases no es solo enseñar programación. Significa ofrecer a los alumnos herramientas para pensar mejor y enfrentarse a cualquier problema.
De hecho, con pequeñas actividades y el apoyo de herramientas digitales educativas, cualquier docente puede introducir esta metodología poco a poco.
Esto se debe a que los estudiantes desarrollan capacidades clave como la resolución de conflictos, la creatividad y el pensamiento crítico, competencias fundamentales para afrontar los retos del siglo XXI.
En definitiva, apostar por el pensamiento computacional en el aula podría ser sinónimo de invertir en una Educación algo más completa y motivadora.
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Esperamos que esta entrada haya sido de gran ayuda para ti y hayas podido comprender la importancia del currículum de la LOMLOE.
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