Nosotros > Blog > Trastorno grave de conducta en el aula: definición y estrategias

Trastorno grave de conducta en el aula: definición y estrategias

trastorno grave de la conducta en el aula

Tabla de contenidos

Cuando como docentes nos encontramos con alumnado con trastorno grave de conducta (TGC), nos estamos enfrentando a uno de los retos más difíciles dentro del aula. De hecho, este término hace referencia a patrones de comportamiento muy disruptivos y persistentes.

En consecuencia, docentes en activo y opositores docentes necesitan comprender qué es el TGC. También deben saber cómo actuar frente a estos alumnos y qué estrategias aplicar en el aula según la LOMLOE.

Como desde Academikast sabemos cuál es la importancia de esto, te ofrecemos una guía completa con información actualizada y consejos prácticos. Además, incluimos un ejemplo de plan de intervención para abordar el trastorno grave de conducta de forma profesional  y  con la sensibilidad que merece.

¿Estás preparado/a? ¡Vamos a por ello!

¿Qué es el trastorno grave de conducta en el aula?

En el contexto educativo actual, el trastorno grave de conducta (TGC) describe un patrón de comportamiento que, como decíamos, es muy disruptivo. Se trata de conductas persistentes que aparecen en niños o adolescentes. No es una simple indisciplina ocasional, sino un problema de conducta grave y continuo.

Como seguramente sabrás, dichas conductas afectan seriamente la convivencia escolar y el aprendizaje de toda la clase. Además, alumnos pueden mostrar agresividad física o verbal. Además, desafían constantemente la autoridad y incumplen normas de forma reiterada. En muchos casos, el trastorno grave de conducta está asociado a diagnósticos clínicos como el trastorno negativista desafiante o el trastorno disocial. Estos trastornos implican una violación persistente de normas sociales y de los derechos de los demás.

Es probable que te preguntes cuáles son las causas del TGC. Bien, has de saber que pueden influir factores familiares, sociales, emocionales y biológicos. Por esta razón, su abordaje requiere una intervención global desde muchas perspectivas.

Según la LOMLOE, el alumnado con TGC se considera de necesidades educativas especiales (NEE). Sus dificultades de conducta representan barreras para el aprendizaje y precisan apoyos específicos. De hecho, no olvidemos lo importante que es la atención a la diversidad para esta ley, que, prácticamente, las pone en el centro de los modelos educativos. 

¿Cómo actuar ante un alumno con trastorno grave de conducta?

Cuando nos enfrentamos a un alumno con TGC, es fundamental mantener la calma y ser profesional en todo momento, por más que cueste o suene idílico.

Está claro que cada situación es distinta, pero existen pautas generales que pueden ayudar al docente a manejar el comportamiento disruptivo sin perder el control de la clase. A continuación, te damos 6 consejos sobre cómo actuar:

  • Mantén la calma. El docente debe controlar sus propias emociones y tono de voz. Responder con gritos o enfado solo empeorará la situación.
  • Aplica límites claros y firmes. Recuérdale al alumno las normas de convivencia de forma serena pero decidida. Es importante que entienda que existen reglas y consecuencias, pero sin caer en humillaciones.
  • Escucha y muestra empatía. Detrás de una conducta agresiva suele haber frustración o malestar. Permite que el alumno se explique cuando esté más tranquilo. Demuéstrale que te importa ayudarlo.
  • Evita la confrontación pública. Si es posible, habla con el alumno en privado para corregir su comportamiento. Una discusión frente a sus compañeros puede aumentar su nivel de oposición.
  • Cuenta con apoyo del centro. No enfrentes la situación en solitario. Informa al equipo de orientación o a jefatura de estudios. Trabajen juntos en un plan de acción coherente.
  • Protege la seguridad. Si la conducta se vuelve peligrosa para el propio alumno u otros, sigue el protocolo del centro. Esto puede implicar retirar a los demás estudiantes del lugar o pedir ayuda a otro personal. En casos extremos se puede llegar a evacuar el aula momentáneamente hasta recuperar la calma.
estrategia para trastorno de conducta en el aula

¿Cuáles son las estrategias para trabajar con TGC en el aula?

La prevención y la planificación son claves para trabajar con un alumno de TGC en el día a día del aula. Más allá de intervenir en cada crisis, el docente debe aplicar estrategias educativas constantes que fomenten un entorno positivo y reduzcan la aparición de conductas problemáticas. Algunas estrategias eficaces son:

  • Establece rutinas y normas claras. Los alumnos con TGC se benefician de un entorno predecible. Comienza cada jornada recordando las normas básicas y estructura el horario con rutinas fijas (momentos de trabajo, descanso, etc.). La consistencia les brinda seguridad.
  • Utiliza refuerzo positivo. No solo corrijas lo negativo. Es fundamental destacar y premiar las conductas apropiadas. Por ejemplo, elogia al alumno cuando participa adecuadamente. También puedes emplear un sistema de puntos o incentivos por objetivos de comportamiento alcanzados.
  • Adapta la metodología. Emplea estrategias activas y motivadoras. Las actividades cooperativas, los roles dentro del grupo o las tareas prácticas mantienen al alumno enganchado. Así se reduce el aburrimiento, un factor que suele desencadenar conductas disruptivas. También conviene fragmentar las tareas largas en pasos más pequeños y asequibles.
  • Enséñale habilidades sociales y de autorregulación. Dedica tiempo a trabajar la educación emocional con toda la clase. Técnicas como el «rinconcito de la calma» o ejercicios de respiración pueden ser útiles. Estas herramientas enseñan al alumno a gestionar su frustración poco a poco. Igualmente, incluye dinámicas que fomenten la empatía, la resolución de conflictos y el trabajo en equipo. Estas actividades benefician a todo el grupo.
  • Dale responsabilidades e integración. En lugar de aislar al alumno, ofrécele tareas adecuadas a sus capacidades. Por ejemplo, puede repartir material o ser líder de un grupo en alguna actividad. Sentirse útil y parte activa del aula puede mejorar su autoestima y disminuir conductas desafiantes.
  • Coordina con el equipo educativo y la familia. Asegura que todos los docentes que trabajan con el alumno apliquen las mismas pautas de manejo conductual. Reúnete periódicamente con orientadores, tutores y la familia para evaluar los progresos y ajustar las estrategias. Mantén una coherencia entre el entorno escolar y el hogar.

¿Qué dice la LOMLOE sobre el alumnado con trastorno grave de conducta?

La LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020) refuerza el enfoque inclusivo para atender al alumnado con trastornos graves de conducta. La normativa reconoce explícitamente a estos estudiantes como parte del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo. Esto significa que los centros educativos deben proporcionarles los apoyos y recursos adicionales que necesiten. Se debe asegurar su inclusión en el aula ordinaria siempre que sea posible.

La ley promueve la detección temprana de las dificultades de conducta. También impulsa una intervención inmediata en cuanto se detectan problemas. Por ejemplo, anima a elaborar planes de apoyo personalizados para estos alumnos

La LOMLOE también indica que las administraciones deben dotar a los centros de personal especializado. Esto incluye orientadores y educadores especiales. Asimismo, se promueve ofrecer formación adecuada al profesorado en manejo del comportamiento. Además, la ley fomenta la colaboración con las familias y con servicios externos (por ejemplo, sociales o de salud mental). Este enfoque global garantiza que se aborden todas las necesidades del alumno más allá del aula.

No olvidemos que el principal objetivo de esta ley educativa es que todos los alumnos tengan la misma educación, independientemente de sus características.

De hecho, lo lógico es que se den las adaptaciones curriculares necesarias para que el alumno supere los cursos y pueda pasar de etapas cumpliendo con lo que se estipula en el Perfil de Salida.

Es más, esto incluye cualquier tipo de adaptación de los recursos que se utilizan para enseñar los saberes básicos, las competencias específicas o las competencias clave que, paralelamente, el alumno debe ir adquiriendo durante su proceso educativo.  

Recordemos que uno de los objetivos de la LOMLOE es que el alumno alcance un nivel competencial adecuado para poder hacer frente a los retos del siglo XXI

¿Cómo elaborar un plan de intervención para TGC?

Bien, como podrás imaginar, diseñar un plan de intervención para TGC implica analizar cada caso y definir acciones personalizadas. A continuación, veamos un ejemplo práctico:

Imaginemos a Pablo, un alumno de 12 años con TGC. Interrumpe las clases con gritos, se niega a realizar las tareas y en ocasiones muestra agresividad hacia sus compañeros. Tras varias observaciones, el equipo docente y el orientador detectan ciertos patrones. Los estallidos de Pablo ocurren sobre todo en la clase de Matemáticas. También se disparan durante los cambios de actividad.

Desarrollo del plan de intervención

Evaluación inicial. El tutor y el orientador realizan una evaluación psicopedagógica de Pablo. Identificar sus desencadenantes es prioritario (por ejemplo, la frustración con ejercicios difíciles). También analizan sus puntos fuertes, como el interés por actividades prácticas.

Definir objetivos claros. La primera meta es reducir las interrupciones agresivas de Pablo. Se pasa de varias incidencias al día a solo una por semana, en un plazo de dos meses. Además, se pretende aumentar su participación positiva en clase.

Diseño de estrategias de apoyo. El plan incluye varias medidas concretas. En primer lugar, se adaptan algunas actividades de Matemáticas a un nivel asequible. Este ajuste progresivo busca evitar la frustración de Pablo. Además, se implanta un sistema de economía de fichas para motivarlo. Pablo gana puntos diarios y obtiene una recompensa semanal si cumple las normas de comportamiento acordadas. Por último, se pacta una señal con Pablo para indicarlo. Así puede pedir un breve descanso fuera del aula cuando se sienta sobrepasado.

Intervención en el aula. El plan se pone en marcha. El docente de Matemáticas inicia cada clase recordándole a Pablo los acuerdos de forma discreta. Por ejemplo, le susurra: «Hoy intenta seguir las normas para ganar tus puntos». Durante la clase, refuerza con elogios cada vez que Pablo trabaja en silencio o pide ayuda adecuadamente. Si Pablo empieza a alterarse, el profesor le muestra la señal acordada. Entonces Pablo sale unos minutos al pasillo con el orientador para relajarse, y luego regresa al aula.

Seguimiento y ajustes. Cada semana, el tutor se reúne brevemente con Pablo para revisar cómo ha ido su comportamiento. Junto a la familia, analizan si se han cumplido los objetivos parciales. Si no es así, ajustan las estrategias según lo necesario. Por ejemplo, pueden modificar la recompensa para mantener su motivación o añadir apoyo extra en los deberes de Matemáticas. Tras dos meses, se observa una mejora notable en la conducta de Pablo. Ha reducido sus comportamientos disruptivos y participa más en clase, cumpliendo en gran medida los objetivos del plan.

Desarrollo de un plan de intervención

Conclusión

Con todo, el trastorno grave de conducta es una cuestión compleja de manejar dentro del aula. Pero, si como docentes tenemos la sensibilidad, la vocación y la preparación suficientes, no todo está perdido.

Hemos de hacerlo por mejorar su vida en el centro, y, al mismo tiempo, la de los demás compañeros. Pensemos siempre en el clima del aula. Los maestros y profesores en activo y los opositores que se preparan para serlo algún día deben asumir este reto con un compromiso y vocación.

Por supuesto, es fundamental seguir aprendiendo, colaborar con compañeros y actuar siempre desde la comprensión y la constancia. De este modo, se construye una escuela inclusiva donde todos los alumnos pueden optar por una educación inclusiva e igualitaria.

¡Aprende con Academikast!

Esperamos que esta entrada haya sido de gran ayuda para ti y hayas podido comprender la importancia del trastorno grave de la conducta

Si te interesan estas temáticas tan interesantes y quieres continuar aprendiendo sobre ellas, te recomendamos que le eches un ojo a nuestro catálogo de cursos baremables para oposiciones.

Además, nuestros cursos son homologados por universidades que te harán llegar un certificado por cada uno de los cursos que decidas realizar con nosotros

¿Te preocupa hacer un curso online y sentirte solo?

¡Con Academikast no pasa! Tendrás un mentor que, además de corregir tus actividades durante el curso, podrá  acompañarte y resolver todas tus dudas. 

¿A qué esperas? ¡Aprovéchate de nuestra promo antes de que se acabe! 

cursos oposiciones educación
Scroll al inicio