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Aprendizaje kinestésico en el aula: mejora la comprensión con estrategias activas basadas en movimiento (validadas por la neuroeducación)

aprendizaje kinestésico

Tabla de contenidos

El aprendizaje kinestésico ya no es lo que era. Hoy sabemos que no todos los estudiantes aprenden igual, y uno de los estilos más potentes, pero también menos aprovechados, es el aprendizaje kinestésico. En esta entrada te contamos qué es, cómo identificarlo, qué beneficios tiene y cómo puedes aplicarlo en el aula. Si eres docente u opositor, quédate: esto te interesa.

¿Qué es el aprendizaje kinestésico en el aula?

El aprendizaje kinestésico es un estilo de aprendizaje en el que los estudiantes aprenden mejor cuando involucran el cuerpo, el movimiento y el contacto físico con el entorno. Es decir, aprenden haciendo. Este estilo fue descrito ampliamente a partir del modelo VAK (Visual, Auditivo, Kinestésico) y hoy en día se reconoce como fundamental en entornos donde la experiencia activa facilita la comprensión.

Los estudiantes kinestésicos procesan la información a través de la acción: prefieren tocar, construir, manipular, ensayar y moverse. Les cuesta quedarse quietos durante mucho tiempo y tienden a destacar en asignaturas o tareas que implican experiencia práctica.

Además, la neuroeducación respalda este estilo. Las investigaciones más recientes señalan que el movimiento activa zonas del cerebro relacionadas con la memoria, la atención y la comprensión. En otras palabras: moverse ayuda a aprender mejor.

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¿Cuáles son las principales características del aprendizaje kinestésico?

Reconocer a un estudiante kinestésico es clave para adaptar nuestra práctica docente. Entre las características del aprendizaje kinestésico más comunes destacan:

  • Necesitan moverse para concentrarse o procesar información.

     

  • Aprenden mejor mediante experiencias físicas: tocar, hacer, construir, dramatizar.

     

  • Tienden a recordar lo que hicieron, más que lo que vieron o escucharon.

     

  • Les cuesta mantenerse quietos en entornos tradicionales.

     

  • Se benefician del uso de objetos manipulables, juegos y dinámicas prácticas.

     

Además, son personas que aprenden bien a través del juego simbólico, el teatro, la experimentación, las manualidades o el trabajo en estaciones de aprendizaje. También es común que destaquen en deportes, danza o actividades artísticas que requieren coordinación corporal.

¿Qué beneficios tiene el aprendizaje kinestésico para el alumnado?

Incluir este estilo de aprendizaje en nuestras clases no solo responde a la diversidad del alumnado, sino que aporta beneficios demostrados:

  • Mayor retención de la información: cuando el cuerpo se involucra en el proceso de aprendizaje, la huella que deja en la memoria es más duradera.

     

  • Mayor motivación y participación activa: los alumnos kinestésicos suelen desmotivarse en aulas donde el aprendizaje es pasivo.

     

  • Mejora del trabajo en equipo y de habilidades sociales: las dinámicas kinestésicas suelen realizarse en grupo.

     

  • Atención a la diversidad: adaptarse a este estilo es también una forma de inclusión educativa.

Este enfoque también resulta especialmente útil para alumnado con TDAH o con necesidades específicas de apoyo educativo, ya que canaliza su necesidad de movimiento sin penalizar su aprendizaje.

¿Qué estrategias se pueden usar para fomentar el aprendizaje kinestésico en el aula?

Existen muchas estrategias para fomentar el aprendizaje kinestésico en el aula, incluso en materias teóricas. Algunas de las más efectivas incluyen:

  • Rutinas con movimiento: por ejemplo, repasar contenidos saltando a una casilla correcta en el suelo o levantando tarjetas.

  • Estaciones de aprendizaje activas: donde cada estación implique una actividad manipulativa o física.

  • Role-play o dramatizaciones: ideales para trabajar contenidos de lengua, historia o valores.

  • Gamificación con retos físicos: como escape rooms o gymkanas educativas.

  • Cuadernos interactivos: con elementos recortables, desplegables o piezas móviles.

  • Aprendizaje basado en proyectos (ABP): que implique construcción, investigación de campo o creación de prototipos.

Además, es importante incluir pausas activas durante las clases, juegos de mesa manipulativos y fomentar la expresión corporal como medio para consolidar aprendizajes.

¿Qué ejemplos de aprendizaje kinestésico puedes usar con tu alumnado?

Aquí tienes algunos ejemplos de actividades para aprendizaje kinestésico que puedes aplicar desde ya en tus clases:

  • «La línea del tiempo viviente»: los alumnos se colocan en el aula representando hechos históricos en orden cronológico.

     

  • Escape Room de matemáticas: con pistas escondidas por el aula que deben resolver en movimiento.

     

  • Circuitos de repaso: con estaciones para repasar contenido (por ejemplo, una estación de sinónimos, otra de operaciones, otra de problemas).

     

  • Talleres de construcción de maquetas: sobre volcanes, células, monumentos históricos, etc.

     

  • Aula sensorial: para trabajar emociones, naturaleza o habilidades motoras con materiales variados.

     

  • Mapas humanos: el alumnado crea con su cuerpo figuras, mapas, sistemas del cuerpo humano, etc.

     

Estos ejemplos no solo facilitan el aprendizaje, sino que fomentan el disfrute y el vínculo emocional con los contenidos, lo que potencia la motivación y el recuerdo a largo plazo.

Conclusión: el aprendizaje kinestésico merece un lugar en tu programación

Adaptar nuestras clases al aprendizaje kinestésico no es una moda: es una necesidad si queremos responder a la diversidad real del aula. Este enfoque activa el cuerpo, pero también el cerebro, las emociones y el compromiso con el aprendizaje.

En Tu Programación Didáctica, te ayudamos a incluir estrategias kinestésicas en tus situaciones de aprendizaje, justificar su uso desde la neuroeducación y cumplir con la normativa LOMLOE. Porque enseñar no es solo explicar, sino también mover, emocionar y transformar.

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Esperamos que esta entrada haya sido de gran ayuda para ti y hayas podido comprender la importancia del aprendizaje kinestésico. 

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Preguntas frecuentes

¿Qué es el aprendizaje kinestésico y cómo puede beneficiar a los estudiantes?
El aprendizaje kinestésico es un enfoque que involucra el cuerpo y el movimiento en el proceso de aprendizaje. Los estudiantes kinestésicos aprenden mejor a través de la acción y la experimentación. Este estilo de aprendizaje mejora la retención, la motivación y fomenta una mayor participación.

¿Cuáles son las características principales de los estudiantes kinestésicos?
Los estudiantes kinestésicos suelen ser más activos, les cuesta quedarse quietos durante las clases tradicionales y aprenden mejor cuando pueden tocar, mover o interactuar físicamente con los contenidos. Prefieren tareas prácticas como construcciones, manualidades o dramatizaciones.

¿Cómo puedo fomentar el aprendizaje kinestésico en el aula?
Puedes integrar actividades que impliquen movimiento, como juegos educativos, dramatizaciones, proyectos prácticos, estaciones de aprendizaje activas o cuadernos interactivos. Los proyectos basados en la acción son perfectos para motivar a los estudiantes kinestésicos.

¿Qué ejemplos de actividades kinestésicas se pueden usar en clase?
Ejemplos incluyen: crear líneas del tiempo vivientes, juegos de escape, talleres de construcción, mapas humanos, circuitos de repaso, y actividades basadas en el aprendizaje sensorial.

¿Por qué es importante integrar el aprendizaje kinestésico en la programación didáctica?
Integrar el aprendizaje kinestésico ayuda a adaptar la enseñanza a la diversidad del alumnado, mejora la participación, la retención y hace el aprendizaje más inclusivo. Es fundamental para atender a estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje.

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