En contexto educativo en el que nos encontramos en el siglo XXI, las herramientas digitales educativas se han vuelto indispensables para innovar en el aula. Estas soluciones tecnológicas ayudan a docentes y alumnos a enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Además, la normativa educativa actual en España fomenta su integración: la ley LOMLOE (Ley Orgánica 3/2020) destaca la competencia digital como un principio pedagógico transversal, animando a usar recursos tecnológicos en todas las materias.
En esta entrada del Blog veremos juntos qué son, por qué son importantes y presentaremos ejemplos destacados de herramientas digitales educativas para transformar la experiencia en el aula.
¿Qué es una herramienta digital educativa?
Una herramienta digital educativa es cualquier recurso tecnológico (software, aplicación, plataforma en línea o dispositivo) diseñado para apoyar y mejorar el aprendizaje. En otras palabras, son medios digitales que facilitan la enseñanza de contenidos, la práctica de habilidades o la gestión del aula.
Pueden ir desde aplicaciones interactivas, juegos didácticos y plataformas de evaluación, hasta simuladores, pizarras digitales o entornos virtuales de aprendizaje. Por ejemplo, un programa de geometría interactiva o una app para practicar idiomas entran en esta categoría.
Estas herramientas aprovechan la tecnología para motivar al estudiante mediante elementos visuales, sonoros y dinámicos. A diferencia de los materiales tradicionales, permiten adaptarse al ritmo de cada alumno, ofrecer retroalimentación inmediata y fomentar una participación más activa.
En esencia, una herramienta digital educativa es un aliado pedagógico que combina educación y tecnología para lograr una enseñanza más atractiva y, por tanto, más completa.
¿Cuál es un sinónimo de herramienta educativa?
El término «herramienta educativa» puede expresarse con diferentes sinónimos según el contexto. Algunos sinónimos comunes son recurso educativo, material didáctico o medio de enseñanza. Por ejemplo, si nos referimos específicamente a soportes tecnológicos, a menudo hablamos de recurso digital educativo o tecnología educativa.
En el ámbito pedagógico actual también se emplea la expresión TIC en educación (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para englobar estas herramientas.
Por poner otro ejemplo, un sinónimo de herramienta educativa digital podría ser «aplicación educativa” o «plataforma educativa en línea«.
Todos estos términos aluden a elementos que el docente utiliza para facilitar el aprendizaje, ya sea un software, una app, un juego interactivo o incluso un video educativo.
¿Por qué usar herramientas educativas digitales en el aula?
Usar herramientas educativas digitales en el aula tiene múltiples beneficios. En primer lugar, aumentan la motivación del alumnado: la interactividad, el carácter lúdico y visual de muchas aplicaciones captan la atención de los estudiantes más que los métodos tradicionales. De hecho, la propia normativa señala que integrar estas tecnologías en clase “puede contribuir a aumentar la motivación, la comprensión y el progreso” del alumnado.
En segundo lugar, permiten personalizar la enseñanza. Muchas herramientas adaptan el nivel de dificultad o el ritmo según el desempeño de cada estudiante, lo que facilita atender a la diversidad del aula. No olvidemos la importancia de esto último, que ya la ley vigente nos obliga a tender las necesidades educativas específicas de cada alumno. Por ejemplo, aplicaciones de refuerzo pueden proponer ejercicios adicionales a quien los necesite, mientras que plataformas de contenido ofrecen rutas de aprendizaje personalizadas.
Por último, otra razón es la inmediatez de la retroalimentación. Mediante quizzes online o ejercicios interactivos, el alumno obtiene al momento los resultados y puede identificar errores, lo que acelera su proceso de mejora. Igualmente, el profesor recopila datos inmediatos sobre el progreso de la clase, pudiendo ajustar su enseñanza en tiempo real.
¿Qué son las herramientas digitales colaborativas educativas?
Dentro de la amplia gama de tecnologías educativas, destacan las herramientas digitales colaborativas educativas. ¿A qué nos referimos con esto? Bien, se trata de plataformas o aplicaciones online diseñadas para facilitar la colaboración entre estudiantes y docentes. Permiten que varias personas trabajen conjuntamente en una misma tarea, proyecto o documento desde diferentes dispositivos, incluso simultáneamente.
Por ejemplo, existen pizarras digitales colaborativas donde toda la clase puede aportar ideas en tiempo real, como Padlet o Jamboard (esta última ya no disponible en Google desde diciembre de 2024). También herramientas ofimáticas en la nube, como Google Docs o Microsoft OneNote, que permiten a varios alumnos editar un texto o una presentación al mismo tiempo, fomentando la escritura colectiva. Por otro lado, pongamos otro ejemplo serían las plataformas educativas con foros y espacios de trabajo en grupo, donde los estudiantes discuten temas o resuelven problemas de forma conjunta desde sus casas.
¿Cuáles son algunas herramientas digitales educativas destacadas?
Como ya sabrás, existen muchísimas herramientas digitales educativas, pero a continuación describimos algunas opciones destacadas por su popularidad y utilidad en distintas áreas del aprendizaje.
Estas plataformas han demostrado ser eficaces y fáciles de implementar en el aula, aportando un gran valor añadido a la enseñanza diaria.
Plickers: mejora tu forma de evaluar
Plickers es una herramienta de evaluación formativa innovadora que permite a los docentes lanzar preguntas de opción múltiple o encuestas en clase sin que los estudiantes necesiten dispositivos electrónicos.
Cada alumno responde levantando una tarjeta de papel especial con un código QR único. Entonces, el profesor, mediante la app de Plickers en su móvil o tablet, escanea rápidamente las respuestas de toda la clase. En segundos, el sistema recopila quién contestó qué y muestra las respuestas en la pantalla del profesor de forma agregada.
¿Por qué es útil en el aula? Bueno, primero hemos de decir que facilita evaluaciones rápidas al instante. Por ejemplo, tras explicar un tema de Ciencias, el profesor lanza un par de preguntas Plickers para ver si la clase comprendió los conceptos clave. En segundos obtiene un feedback visual del porcentaje de aciertos, identificando al momento qué necesita repasar.
Segundo, involucra a todos los alumnos de forma activa. Esto se debe a que no se requiere móviles ni ordenadores por parte de los estudiantes. Plickers es inclusivo en aulas donde no todos cuentan con dispositivos. Los niños participan levantando sus tarjetas (que ellos perciben casi como un juego) y esperan ansiosos ver si acertaron cuando el docente revela las respuestas correctas en la pizarra. Esto, como podrás imaginar, genera un ambiente lúdico y de gamificación que motiva al alumnado.
GeoGebra online: enriquece tus didáctica
GeoGebra es una de las herramientas digitales educativas más reconocidas en el área de las matemáticas. Se trata de un software gratuito y multiplataforma (disponible en web y como app) que integra geometría, álgebra, cálculo y estadística en un entorno interactivo.
Cuando hablamos de GeoGebra Online nos referimos a su versión en la nube, que permite usarla directamente desde el navegador sin instalar programas, y compartir fácilmente construcciones y recursos con otros.
En el aula de matemáticas, GeoGebra es un aliado poderoso para visualizar conceptos abstractos. Por ejemplo, en geometría, los alumnos pueden construir figuras (triángulos, círculos, polígonos) y luego manipular puntos para ver cómo varían ángulos y longitudes en tiempo real.
GeoGebra también facilita la resolución de problemas de forma dinámica. Los estudiantes pueden, por ejemplo, explorar la solución de sistemas de ecuaciones viendo las intersecciones de rectas o experimentar con transformaciones geométricas arrastrando figuras. Además, la plataforma ofrece una enorme biblioteca de materiales creados por docentes de todo el mundo.
Por último, otro punto fuerte es que promueve un aprendizaje activo en el que el alumnado explora. Entonces, si usáramos esta herramienta estaríamos totalmente en concordancia con las metodologías STEM.
Jolly Phonics: lectoescritura y fonética
Jolly Phonics es un método educativo internacionalmente conocido para enseñar a leer y escribir en inglés a niños pequeños mediante la fonética. Aunque originalmente es un programa didáctico con libros y canciones, hoy en día cuenta también con recursos digitales interactivos que llevan esta metodología al aula de forma moderna. Por ejemplo, Jolly Classroom es una plataforma en línea con lecciones animadas, juegos y actividades multimedia basadas en Jolly Phonics, ideal para pizarras digitales o proyectores.
Bien, entonces, ¿en qué consiste Jolly Phonics? Bueno, esta herramienta se basa en la enseñanza sintética de la fonética: en lugar de aprender el abecedario de memoria, los niños aprenden los sonidos de las letras (los fonemas) y cómo combinarlos para formar palabras. El método es multisensorial y muy lúdico: a cada sonido se le asocia una canción, un gesto con la mano, imágenes y cuentos. Por ejemplo, para el sonido “S” se hace un gesto imitando a una serpiente y se escucha un audio con su sonido repetido. Así, los pequeños conectan letra, sonido y significado de forma divertida.
En resumen, Jolly Phonics, apoyado con herramientas digitales, es un sinónimo de aprendizaje entretenido y efectivo de la lectoescritura en lengua inglesa, convirtiendo a los alumnos en lectores seguros a través del juego y la interacción.
ClassDojo: comunicación centro-familia
ClassDojo es una plataforma digital orientada a gestionar el aula y mejorar la comunicación entre profesores, alumnos y familias. Se ha convertido en una herramienta casi imprescindible en muchos centros educativos por su versatilidad y facilidad de uso. A través de ClassDojo, el docente puede crear una comunidad virtual de clase en la que interactúa diariamente con sus estudiantes y sus padres de forma segura y privada.
Una de sus funcionalidades más conocidas es el sistema de puntos para reforzar comportamientos. El profesor asigna a cada alumno un avatar (un divertido monstruito animado) y puede otorgarle puntos positivos por actitudes como el trabajo en equipo, la participación, el esfuerzo o el respeto. Estos puntos son visibles para el alumno (y opcionalmente para sus padres), lo que motiva al estudiante a esforzarse y mantener una conducta positiva.
Además de la gestión del comportamiento, ClassDojo funciona como canal de comunicación fluido con las familias. Los padres que se unen a la clase (mediante una invitación del profesor) pueden recibir mensajes directos del docente, ver fotografías o videos de actividades que se realizan en clase y estar al tanto de anuncios o recordatorios.
Otras herramientas digitales educativas
Además de las opciones destacadas anteriormente, existen otras herramientas digitales educativas aplicadas a diferentes áreas y necesidades. A continuación mencionamos brevemente algunas categorías y ejemplos relevantes:
Gamificación y evaluación lúdica
- Kahoot!
- Quizziz
- Quizlet
- Blooklet
Aula virtual
- Google Classroom
- Moodle
- Canvas by Instructure
Herramientas colaborativas
- Microsoft Teams
- Edmodo
Programación y pensamiento computacional
- Scratch
- Code.org
- Swift Playgrounds
- LEGO Mindstorms
Recursos para ciencias y otras materiaes
- PhET
- Google Earth
- TimeMaps
Idiomas y humanidades
- Duolingo
- Babbel
- Busuu
- Storybird
Creación de contenido y presentaciones
- Genially
- Prezi
- Canva for Education
Conclusión
En definitiva, el abanico de herramientas digitales educativas es enorme y sigue en expansión.
Lo importante es elegir la herramienta adecuada para cada objetivo pedagógico.
No se trata de usar tecnología por moda, sino de integrarla con sentido didáctico. Cuando se emplean correctamente, estas herramientas potencian el aprendizaje, hacen las clases más amenas y preparan a los estudiantes con las competencias necesarias para el mundo digital.
Además, cuentan con el respaldo de las autoridades educativas, que en sus directrices y normativas promueven una educación apoyada en recursos tecnológicos. Por todo ello, incorporar herramientas digitales educativas en el aula ya no es opcional, sino parte esencial de una educación de calidad y relevante para los desafíos del siglo XXI.